La ingeniería agronómica siempre ha tenido un papel clave en el desarrollo y el bienestar de la humanidad por lo que debemos garantizar que las futuras generaciones de ingenieros agrónomos sean capaces de idear soluciones para los retos locales y mundiales. Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Ingeniería para el Desarrollo Sostenible, recordamos la aportación de los ingenieros agrónomos al desarrollo sostenible.
Cada 4 de marzo se celebra el Día Mundial de la Ingeniería para el Desarrollo Sostenible, proclamado por la UNESCO en 2019. El propósito de esta celebración es presentar proyectos a nivel de ingeniería y tecnología que permitan alcanzar las metas pautadas dentro del Plan de Desarrollo Sostenible planteado por las naciones.
Con este motivo, queremos resaltar en este artículo la contribución de la ingeniería agronómica, y con ella los ingenieros agrónomos, para lograr los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030.
Objetivo 1 y 2. FIN DE LA POBREZA y HAMBRE CERO
Más de 700 millones de personas aún vive en situación de extrema pobreza, con dificultades para satisfacer las necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso a agua y saneamiento. Y según Naciones Unidas, 24.000 personas mueren de hambre cada día en el mundo.
Unas cifras inaceptables, ya que hoy en día disponemos de conocimiento y herramientas suficientes para producir alimentos para todos. Los ingenieros agrónomos hemos trabajado en el desarrollo de nuevas técnicas de producción y mejora de los cultivos, con nuevas especies y semillas, más resistentes a plagas y climas extremos, y mejoradas genéticamente. Suficiente para garantizar la seguridad alimentaria para toda la población mundial.
Tampoco podemos olvidar que el 70 % de los pobres trabajan en la agricultura, según el Banco Mundial, y para contribuir a erradicar la pobreza extrema estas personas necesitan nuestro apoyo para aumentar sus rendimientos e ingresos.
Por ello, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias hemos establecido convenidos de colaboración con organizaciones como Agrónomos Sin Fronteras para aportar nuestro grano de arena en la erradicación de la pobreza rural. Con sus proyectos y actuaciones, promueve el acceso a una alimentación de calidad y suficiente a través de la mejora de los conocimientos en agricultura de los agricultores en Tanzania, a través de la capacitación y la extensión agraria.
Objetivo 6 AGUA LIMPIA Y SANEAMIENTO
La ingeniería agronómica diseña y construye sistemas de abastecimiento de agua e infraestructuras hidráulicas. La desalación de agua de mar o la reutilización de aguas depuradas ha pasado del campo de soluciones marginales a formar parte importante de las soluciones globales.
En regiones en vías de desarrollo, el acceso a agua limpia y un saneamiento eficiente es aún más esencial. Y en este ámbito también tenemos compañeros desarrollando su actividad profesional, bien desde el ámbito empresarial como del voluntariado.
En esta misma línea, hemos establecido un acuerdo de colaboración con ONGAWA, una organización sin ánimo de lucro, cuya actividad se centra en gran medida en mejorar la situación de los derechos al agua y al saneamiento en países como Tanzania, Nicaragua, Mozambique, Senegal y Guatemala.
Objetivo 7. ENERGÍA ASEQUIBLE Y NO CONTAMINANTE
La energía renovable es otro campo en el que hemos extendido nuestras competencias. Es habitual encontrar a ingenieros agrónomos en el ámbito de la energía solar fotovoltaica así como en el de la biomasa. De esta forma, contribuimos a una menor dependencia de las energías no renovables y una disminución del coste energético.
Implantar estas energías en el ámbito agroalimentario supone además un ahorro interesante para los agricultores y empresarios, y un paso adelante hacia una producción más sostenible.
Objetivo 9. INDUSTRIA, INNOVACIÓN E INFRAESTRUCTURA
No cabe duda de que la innovación y la tecnología son claves para las industrias agroalimentarias y la búsqueda de soluciones eficientes para el procesado y transformación de los alimentos.
Los desafíos profesionales de la industria, alineados con los compromisos de los objetivos de desarrollo sostenible, requieren profesionales dinámicos e innovadores, como los ingenieros agrónomos, cuya aportación es fundamental: desarrollo de nuevos productos, implantación de nuevos procesos para la mejora productiva, mejoras en la conservación y optimización de la calidad, etc. Sin olvidar el asesoramiento al empresario agroalimentario en el desarrollo de sus funciones y la toma de decisiones.
Todo ello ha contribuido al desarrollo de una industria alimentaria más sólida y sostenible, que crea empleo y genera riqueza. En los países en desarrollo solo el 30 % de la producción agrícola se procesa, según la ONU, lo que “sugiere que hay grandes oportunidades para los países en desarrollo en materia de agronegocios”.
En el ámbito de las infraestructuras, tenemos que resaltar la importancia de los caminos rurales, entre otras, como elementos esenciales para el desarrollo de socioeconómico de las zonas rurales.
Objetivo 11. CIUDADES Y COMUNIDADES SOSTENIBLES
Desde la eficiencia energética, los planes de urbanismo, el paisajismo, etc. la ingeniería agronómica plantea continuos avances en estos ámbitos que contribuyen a hacer las ciudades más respetuosas con el entorno.
Además, como Colegio, nuestro compromiso también se extiende al ámbito institucional. Contamos con un grupo de trabajo sobre jardinería y paisajismo y hemos formado parte del Consejo Cívico y Social de la candidatura de Prado-Retiro de la UNESCO del Ayuntamiento de Madrid, en los grupos de trabajo “Ciencia, Naturaleza y Sostenibilidad”, “Conservación del Patrimonio y Espacio Público” y “Movilidad y Urbanismo”, donde hemos aportado nuestro conocimiento y experiencia.
Objetivo 15. VIDA DE ECOSISTEMAS TERRESTRES
Suelo, agua, aire… Nuestra actividad depende inevitablemente de los ecosistemas. Sin ellos, la producción de alimentos sería prácticamente imposible. Por ello, nuestra misión pasa sin ninguna duda por la conservación de los recursos naturales.
Aún queda mucho trabajo por hacer, pero en las últimas décadas los ingenieros agrónomos hemos contribuido al desarrollado nuevos sistemas que nos permiten mantener la producción con menos recursos.
La innovación y la tecnología ha sido vital para ello: nuevas soluciones para la estimulación de los cultivos (bioestimulantes y biofertilizantes, etc.), aplicaciones móviles, drones, sensores, inteligencia artificial, etc.