Política Agrícola Común. ¿Estamos consiguiendo con las medidas implementadas hasta ahora el tan de necesario relevo generacional que demanda el sector agrario? Las cifras de nuevas incorporaciones son importantes, ¿pero cuánto tiempo permanecen los jóvenes en las explotaciones? ¿Son todos los que están? ¿Están todos los que son? Nuestro colegiado Ramón García nos ha dejado en Mundo del Agrónomo nº 49 su visión sobre la reforma de la PAC.
Por partes:
PAC: Periodo transitorio, convergencia campañas 2021 y 2022
Fue importante el revuelo que se formó cuando el Ministerio toma la decisión de acelerar la convergencia de los derechos para 2021, llevándolos todos como mínimo al 70 % del valor medio regional y anunciando para el 2022 el mínimo del 80 %, financiando estas subidas con bajadas de los derechos por encima de la media.
El ruido procedía de los que perdían valor, que son menos, pero seguramente mejor organizados. En la jornada del Colegio sobre ayudas del 20 de abril de este año que yo impartí, ya aportaba la opinión de que la convergencia para 2022 podría caer, y efectivamente, se ha anunciado que pasa de un incremento del 10 % al 3 %, el motivo es una mejor adaptación de las explotaciones a la nueva PAC, aquí yo apunto que hay explotaciones que llevan mucho tiempo sufriendo un nivel de apoyo mucho menor que otras con las mismas características y no les ha quedado más remedio que adaptarse.
PAC 2023-2027
PAC: Simplificación y reducción de la carga administrativa
Sistema de información de Explotaciones Agrarias (SIEX), Monitorización, SIGPAC, SMS, digitalización, etc., herramientas útiles, algunas se utilizan en la actualidad. Si se cumple será la primera vez que se consiga esa simplificación, ojalá. Mi opinión, y la de muchos que están en la “tierra”, es que no nos podemos perder en lo pequeño, enredarnos en incidencias que no llevan a ningún sitio, no atacar lo gordo con decisión.
Hay que avanzar en medidas que lleven a verificar si el solicitante es el que está realizando realmente la actividad y asumiendo el riesgo empresarial, hay que reforzar los controles del régimen de tenencia de las superficies.
El volumen de solicitudes al que nos enfrentamos, las distintas ayudas, los requisitos de las mismas, no hacen ser optimistas en conseguir la simplificación y la reducción de la carga administrativa, pero el tiempo será el que nos lo diga.
PAC: Agricultor activo
¿Quién puede percibir las ayudas?:
Primero y principal, quien ejerce una actividad agraria, asume el riesgo empresarial y además es considerado agricultor activo por cumplir alguno de los siguientes requisitos:
- Afiliado a la seguridad social agraria por cuenta propia
- Más del 25 % de sus ingresos totales proceden de la actividad agraria en el periodo impositivo más reciente.
- El año anterior ha percibido menos de 5.000 euros de ayudas directas.
- En ningún caso debe realizar ninguna actividad de las excluidas (aeropuertos, inmobiliarias, ferrocarriles….)
Este es un debate que admite todas las opiniones, la mía está en que deben recibir ayudas todos los que contribuyan a cumplir los objetivos que se pretenden, y en esto lo realmente importante es verificar quien está realizando la actividad agraria o ganadera y asumiendo el riesgo empresarial de esa actividad, al mismo tiempo que reúne los requisitos establecidos para cada tipo de ayuda. En esto hay mucho que mejorar y que avanzar en su control, esto contribuye a una PAC más justa.
La posición de que solo deben recibir ayudas aquellos dados de alta en el REASS, perfectamente respetable, pero… Este colectivo de perceptores de ayudas puede mejorar mucho si se hace fuerte y está unido a la hora de declarar todas las superficies en las que realiza la actividad agraria y asumen el riesgo empresarial, especialmente determinados arrendamientos. El dato de que son un tercio del total es importante para una evaluación inicial, pero también lo es la superficie que declaran, los derechos que están en sus manos y la ayuda que suman. La realidad de estos datos podría estar muy por encima de la suma de sus solicitudes anuales.
En cuanto a la posición de que los jubilados no deben percibir ayudas, la pregunta es: un jubilado que realiza la actividad agraria, asume el riesgo empresarial, reúne los requisitos de los distintos sistemas de ayudas que solicita, vive en el medio rural, encarga los trabajos a un agricultor profesional cotizante del REASS, declara los ingresos agrarios en su renta, cuando elabora las cuentas anuales resulta que se ha gastado la cosecha y las ayudas, ¿a quién perjudica? En mi opinión, colabora a la consecución de los objetivos.
Como conclusión a este punto, es determinante contar con un registro de explotaciones cuanto antes que contenga toda la información de las características de cada una. En ese caso, igual la pregunta es ¿qué explotaciones deben recibir ayudas?
Renta básica
A la que se dedicaría el 60 % de los pagos directos, y en la que se mantiene el sistema de derechos, con una convergencia en donde estos alcanzarían al menos el 85 % del valor medio de la región de que se trate en 2026 y el 100 % en 2029. En cuanto a las regiones lo previsto es que estas bajen a 20, con respecto al número actual, 50. A mi juicio no existe una PAC justa y social manteniendo el sistema de derechos, estos acumulan desigualdades generadas en los distintos periodos de referencia (desde 1999) y acumulan en algunos tenedores de los mismos movimientos especulativos.
Pese a que los derechos asignados en 2015 han ido progresivamente convergiendo, con mayor o menor ritmo hacia la media regional, pese a que ha habido otro periodo de convergencia acelerada en 2021 y 2022, pese a que seguirán convergiendo desde 2023 a 2026, incluso hasta 2029, una equiparación importante de los niveles de ayuda se producirá por la desaparición del pago verde. Este pago estaba ligado mediante un porcentaje al valor de los derechos (52 % aproximadamente). Podríamos decir que parte de ese importe se trasladaría a los ecoesquemas y en ese caso pasamos a un pago por superficie.
Ecoesquemas
Un 25 % de los pagos directos, 1.107 millones de euros anuales para siete tipos de intervenciones. La palabra es: “complicado”, complicado de explicar a una gran parte de agricultores y ganaderos, complicados los controles para su verificación (por ej., verificar 90 días de pastoreo), complicados los importes, complicada la degresividad, complicadas las aplicaciones informáticas que los gestionen. ¿En ese caso alguien se va a quedar sin solicitar algún ecoesquema? Por supuesto que no. ¿Y entonces? Al que más y el que menos no le queda más remedio que realizar algún ecoesquema para no perder ayuda con respecto a ejercicios anteriores, a regañadientes, con poca motivación y ajustando al máximo los gastos e inconvenientes que van a suponer.
¿Se podría haber hecho algo más sencillo dando respuesta al Pacto Verde? No lo sé, imagino que no. El problema es el volumen de explotaciones, más de 600.000 en toda España. Esto es muy difícil de manejar, sobre todo en comunidades autónomas con un alto número de solicitudes. El único sistema que yo he conocido como simplificado fue el Pago Único, dos tipos de derechos, normales y de retirada, todo vale para activarlos, pero era un sistema muy injusto.
Jóvenes agricultores
El importe del PCJ supondrá un 100 % adicional del valor medio regional que corresponda en cada campaña, y se ampliará a un 15 % más en el caso de mujeres titulares de una explotación. El 3 % del presupuesto agrario nacional, puede cubrir tanto las ayudas del primer pilar como las del segundo (incorporación, inversiones dirigidas a jóvenes). El pago por hectárea se concederá durante los cinco años posteriores a la primera solicitud y hasta un máximo de 100 hectáreas.
El ejercicio de la actividad agraria, y en mayor medida la actividad ganadera, de forma profesional es vocacional. Son muchos los agricultores y ganaderos que no quieren que sus hijos sigan su camino. ¿Por qué? Entre otras: la falta de rentabilidad de las explotaciones por los bajos precios y altos costes de producción, no hay horario de trabajo, ni festivos, ni vacaciones en muchos casos, el alto valor de las inversiones en maquinaria, edificaciones, etc., se trata de un negocio a la intemperie en donde en cualquier momento el clima nos puede arruinar el trabajo anual o incluso los medios de producción (heladas, nevadas, inundaciones, golpes de calor, sequias), la alta carga administrativa, los innumerables requisitos medioambientales, de maquinaria, de trabajadores, la dependencia de las superficies arrendadas y el importe de dichos arrendamientos, ser agricultor o ganadero aún se ve como haber fracasado en el intento de ejercer otras profesiones.
Con base en lo anterior, las preguntas son: ¿Estamos consiguiendo con las medidas implementadas hasta ahora el tan de necesario relevo generacional que demanda el sector agrario? Las cifras de nuevas incorporaciones son importantes, ¿pero cuánto tiempo permanecen los jóvenes en las explotaciones? ¿Son todos los que están? ¿Están todos los que son?
¿Qué se puede hacer? En mi opinión, poco si no aumentan esas vocaciones y hay un aumento de la rentabilidad. Sí que hay un factor de producción muy determinante en la incorporación de jóvenes, la tenencia de la tierra, la dependencia de las explotaciones de jóvenes y no tan jóvenes de los arrendamientos hace que se encuentren en condiciones de debilidad, el apoyo a la adquisición de tierras o a arrendamientos de larga duración podría ser una medida de apoyo útil.
Esto es un resumen del artículo publicado en Mundo del Agrónomo nº 49 que puedes descargar aquí: Mundo del Agrónomo