Cristóbal Cerquella es ingeniero agrónomo colegiado en el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias. Es socio director de AC Ingenieros, una empresa de ingeniería, arquitectura y consultoría especializada en proyectos de alimentación, bebidas y otros sectores industriales, creada en 2008. En esta entrevista analizamos con él la situación actual del sector de la ingeniería y consultoría en las industrias alimentarias, los desafíos que enfrenta su empresa en el contexto actual y las claves para destacar en un mercado tan competitivo.
¿Qué es AC Ingenieros? ¿Cuáles son sus funciones en la consultoría?
AC Ingenieros es una empresa de ingeniería, arquitectura y consultoría, especializada en proyectos de alimentación, bebidas y otros sectores industriales como sector logístico, químico y farmacéutico con presencia tanto nacional como internacional.
Mis funciones dentro de la empresa son de socio director. Mi principal ocupación es la de dirigir la empresa, participando en su gestión diaria, llevando activamente la relación con los clientes desde que se inicia la fase comercial, de diseño, de proyecto, de concurso de proveedores, de tramitación de licencias, de dirección de las obras y su certificación con las legalizaciones finales en todos los organismos, hasta la completa finalización del servicio.
Con algunos clientes el servicio no finaliza nunca, ya que una vez que concluye el proyecto permanecemos en la industria y trabajamos para ellos diariamente en la fase de explotación como departamento de ingeniería externa. Tenemos industrias en las que llevamos trabajando más de 14 años a diario, siendo una de las principales características que diferencia a nuestra empresa con otras del sector, ya que nos incorporamos a las estructuras directivas de gestión de empresas alimentarias de primer nivel, tanto nacionales como multinacionales implantadas en España, ayudándolas en su día a día en el desarrollo de sus procesos y gestión donde damos un asesoramiento técnico legal, continuo.
¿Cómo describiría la situación actual del sector de la ingeniería y consultoría en las industrias alimentarias?
Pienso que estamos en una etapa de máximas oportunidades, donde nos encontramos con unas necesidades de los industriales muy importantes, ya no solo por nuevos proyectos de inversión o reformas y adecuaciones que llevan a cabo las actuales industrias por las constantes nuevas normativas de aplicación, sino porque se están incorporando nuevas tecnologías que permiten una mayor eficiencia, sostenibilidad y a su vez reducción de costes de explotación, como pueden ser las solares fotovoltaicas para generar energía sino la generación de energía térmica por placas solares, la industria 4.0, nuevos productos y nuevas exigencias del mercado con envases diferentes, ecológicos… Esto nos obliga a tener a nuestro equipo muy actualizado tanto a nivel de técnico como de tecnología, y nos preocupamos de poder ofrecer un servicio de garantía que dé valor y confianza a los clientes para poder obtener el éxito y cumplir sus objetivos.
¿Qué factores considera que son claves para destacar en un mercado tan competitivo?
Por un lado, una estrategia de servicio continuo a los clientes. Por otro lado, una política de precios estables y competitivos, seriedad, profesionalidad y compromiso. Los clientes quieren un compañero de viaje fiel y comprometido para sus inversiones.
Nuestros clientes también valoran mucho el servicio de asistencia a la contratación que hacemos, donde ahorramos mucho dinero en la fase de compra.
¿Cuáles son los servicios más demandados por sus clientes actualmente?
Aparte de los servicios cotidianos de ingeniería, para una empresa como la nuestra cada vez se demanda más la ayuda en la búsqueda de terrenos para establecer nuevas inversiones o de naves que existan y se puedan adecuar para establecer un nuevo negocio. Esto que siempre desarrollaban las inmobiliarias, pero necesita la visión de una empresa de ingeniería que sepa valorar si el emplazamiento es el adecuado para implantar una actividad industrial, una gran inversión con muchos equipos y afecciones al entorno, con generación de empleo, se necesita tener un nivel de infraestructuras adecuadas, de comunicaciones con el mercado, de dimensión, de cumplimiento de normativa y de legalidad. Este servicio se establece en un momento clave y crítico, antes de la compra del terreno o de la nave, lo que permite también evaluar a su vez que el precio de pago sea el correcto y las condiciones de compra las idóneas.
Por otro lado, también nos demandan cada vez más la búsqueda de financiación para los proyectos, tanto de las subvenciones disponibles a fondo perdido como las financieras y las líneas de crédito que se puedan obtener públicas y privadas. Recientemente creamos un departamento específico para este tipo de servicios que nuestros clientes demandan cotidianamente y que muchas veces sirven para poder declinar la balanza y que se haga la inversión.
¿Qué habilidades y cualidades buscan en los candidatos para unirse a su equipo?
No es muy políticamente correcto decirlo, pero cada vez buscamos gente con más experiencia que se incorporen rápidamente a los proyectos y puedan aportar valor. Hemos tenido experiencias con gente joven que, aunque tienen motivación, el ritmo de trabajo y nivel de exigencia que requiere un trabajo tan apasionante e intenso como este es muy sacrificado, con plazos muy exigentes, viajes continuos a las industrias y las obras.
En el periodo de formación que necesita un candidato, aparte de trabajar a diario debe estudiar la normativa de aplicación y las tecnologías existentes, para poder llevar a cabo con solvencia el trabajo. Esta dedicación no todo el mundo la quiere asumir. Aun así, tengo esperanza de que la gente joven a la que le guste este sector se incorpore.
Cada vez veo más necesario que los agrónomos sean piezas claves en la actividad industrial, diseñando, proyectando y participando directamente en la actividad industrial alimentaria, dentro de su infraestructura.
Los humanos necesitamos comer y beber a diario, así que el sector alimentario siempre será un valor estable y seguro.
Siempre me gusta decir que “para producir todo lo que se come o se bebe se necesita un agrónomo”.
Sigue leyendo la entrevista en Mundo del Agrónomo nº 54 (descarga PDF).