ENTREVISTA. Fernando Fernández, delegado del Colegio en Segovia

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“Presiento un futuro muy favorable para los ingenieros agrónomos, que tendrán que afrontar necesariamente todos los retos que las empresas demanden como tecnólogos de futuro”, Fernando Fernández, delegado del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias en Segovia. 


 

Fernando Fernández Sanchidrian es, desde el pasado mes de mayo, el delegado del Colegio en Segovia. Nacido en Olmedo (Valladolid), Fernández Sanchidrián es ingeniero técnico industrial e ingeniero agrónomo. Sus primeros pasos profesionales fueron como gerente de una sociedad cooperativa de servicios ganaderos en Segovia. En 2002, creó su despacho de ingeniería y consultoría especializada en seguridad alimentaria y certificación de marcas y protocolos de productos agrarios. En esta entrevista nos cuenta en qué va a centrar su mandato al frente de esta delegación. 


 

¿Qué le animó a presentarse como candidato para la delegación de Segovia?

La confianza y obstinación de unos amigos y compañeros que no concebíamos que en estas circunstancias Segovia se pudiera quedar sin representación en la Junta de Gobierno del Colegio. Por otra parte, participar en la cohesión del colectivo a nivel provincial me pareció muy sugerente.


 

¿Cuáles han sido los objetivos que se ha marcado?

Fundamentalmente, contribuir a que los ingenieros agrónomos que residen o trabajan en Segovia lleguen a sentirse parte de una corporación con un papel que jugar importante en el momento actual y que, en todo caso, pueda servir de transmisor de sus preocupaciones ante la institución colegial.


 

¿Qué caracteriza al sector agroalimentario en esta provincia?

El potencial del sector agroalimentario en Segovia no está puesto en valor. Segovia es una provincia eminente agrícola y ganadera. La pequeña dimensión de las explotaciones familiares y su carácter emprendedor forzó a los agricultores a compaginar agricultura con ganadería y de ahí a dar el paso a la producción intensiva. El desarrollo experimentado en la producción porcina y en la de vacuno y pollos de carne por un lado y de la horticultura de primor por otro, sin olvidar la calidad de sus viñedos y el potencial de sus viveros de planta de fresa, ha dado lugar a una industria agroalimentaria que ocupa primeros puestos en el ranking nacional. Con esta perspectiva, yo presiento un futuro muy favorable para los ingenieros agrónomos que tendrán que afrontar necesariamente todos los retos que las empresas demanden como tecnólogos de futuro.

 

¿Qué retos y desafíos encuentra la profesión en una provincia como Segovia?

No creo que sean muy diferentes a los de cualquier otra provincia. La pequeña dimensión de las explotaciones y de las empresas agroalimentarias es un hándicap importante a la hora de contratar ingenieros. El reto inmediato para el técnico es interpretar la digitalización de la agricultura para hacer viable su aplicación y el enfoque hacia la sostenibilidad de toda acción agropecuaria.

 

¿Qué servicios cree que demandan los colegiados de la provincia al Colegio?

Todavía no he tenido tiempo ni ocasión de conocer la opinión mayoritaria del colectivo. Desde mi punto de vista, pienso que hay dos cuestiones que debemos mejorar, el acercamiento del Colegio y su actividad a los colegiados, que se traduce en mayor transparencia y participación y, por otro lado, potenciar la formación en nuevos campos, en las nuevas especialidades que se van vislumbrando, etc.

 

Esta entrevista ha sido publicada en Mundo del Agrónomo nº 49. Consulta el sumario aquí o descárgala directamente aquí (PDF 8 Mb).