La importancia de los parques forestales periurbanos

Artículos

Los parques forestales son los principales espacios verdes que vamos a encontrar en el interior o inmediaciones de las áreas urbanas, especialmente en las ciudades. Son espacios fundamentales para los municipios de cierta entidad ya que tienen múltiples ventajas. Nos lo cuenta nuestro colegiado el ingeniero agrónomo José María Iglesias. 

Generalmente, se entiende a los parques como espacios abiertos para que los habitantes tengan un lugar al aire libre donde realizar actividades de esparcimiento, como deportivas, recreativas, culturales o sociales. Pero a parte de estos usos, tienen otra importancia fundamental de aporte a la ciudad que es el enriquecimiento medioambiental, por ejemplo, la absorción de monóxido de carbono y el dióxido de nitrógeno, emitido por calefacciones, vehículos e industria, entre otros; aporte de oxígeno al entorno, enriqueciendo la calidad del aire; aporte de masa vegetal al conjunto de la ciudad favoreciendo la aparición de un paisaje más atractivo y la posibilidad de la presencia de un espacio en que prima la naturaleza donde los vecinos tengan un fácil y cercano acceso sin salir de su entorno urbano.

Los parques periurbanos siempre se situarán en las inmediaciones de las ciudades, por lo que se encontrarán amenazadas por la especulación del precio del suelo, las urbanizaciones incontroladas y la falta de recursos o una gestión deficiente.

También se debe tener en cuenta que una inversión en la protección y el mantenimiento de estas áreas para la protección y restauración de las mismas contribuye a mejorar el ambiente de la ciudad trabajando como un sumidero de contaminantes, mejorando la salud ambiental y son percibidas por los ciudadanos con un alto grado de valor estético-paisajístico.

Habitualmente, los gestores políticos no suelen ser conscientes del valor que pueden aportar estos espacios al entorno urbano, asumiéndolo como un coste de recursos de la administración sin tener en cuenta el valor económico, social y ambiental que aportan al conjunto de la ciudad. Al darle esa poca importancia, casi siempre adolecen de un presupuesto proporcionalmente menor que el aportado a otras áreas como al bienestar, seguridad o infraestructuras. Si comparamos con los beneficios que aportan los parques y bosques periurbanos, estos presupuestos son, evidentemente, cortos. Por esta falta de recursos, el potencial de que disponen estos espacios verdes en la mejora de la calidad de vida a los habitantes de las áreas urbanas y periurbanas aún está muy lejos de estar completamente optimizado.

Si tenemos en cuenta el coste de mantenimiento de una superficie verde comparada con una superficie gris es mucho más elevado, pero no debemos olvidar que el precio de ese espacio de infraestructura verde también posee un alto valor tanto tangible como intangible. Es por esto que los recursos que se pongan para su conservación y mejora deben ir en consonancia con los beneficios que puedan o pudieran aportar. Es fundamental hacer ver a los administradores finales que este valor tangible es de vital importancia y que el rendimiento obtenido de la inversión efectuada en términos de mejora de salud pública y calidad de vida de los ciudadanos es mucho mayor que lo invertido en otros sectores.
 

Continua leyendo el artículo en nuestra revista Mundo del Agrónomo nº 47