Los ingenieros agrónomos podemos, y debemos por responsabilidad social, ser uno de los actores principales de esta revolución tecnológica

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La estrategia «de la Granja a la Mesa» es la piedra angular del Pacto Verde Europeo, la nueva hoja de ruta de la Unión Europea para una economía más sostenible. Fomenta la economía circular, reduciendo el impacto ambiental de la producción de alimentos, promueve un mayor apoyo a los pequeños agricultores y apuesta por las nuevas tecnologías. Analizamos algunos aspectos de la estrategia con Tomás García Azcarate, ingeniero agrónomo, vicedirector del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD-CSIC), investigador asociado al CEIGRAM y miembro de la Academia de la Agricultura Francesa.

 

La estrategia «de la Granja a la Mesa» busca un sistema agroalimentario más sostenible. ¿Es demasiado ambiciosa?

Por definición, una «estrategia» ha de ser ambiciosa, proponer una visión a largo plazo que indique el camino a seguir, entre otras cosas, para asegurar el mejor uso posible de los fondos comunitarios y su sinergia con los presupuestos nacionales.

Por otro lado, el reto de afrontar la adaptación y mitigación del cambio climático es una prioridad política reafirmada tanto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible como en múltiples Cumbres europeas e internacionales. Estos retos demuestran también que una política exclusivamente agraria no tiene sentido en este siglo XXI y que ha llegado la hora de una auténtica política alimentaria y territorial.

A título ilustrativo, y únicamente a título ilustrativo, la estrategia propone unos objetivos, por ejemplo, de reducción de usos de insumos y de superficie de agricultura ecológica. Esto tiene la ventaja de no limitarse a declaraciones de principio generales sino que obliga a darse cuenta de los cambios necesarios que se deben implantar. Pero tiene el inconveniente de haber provocado una reacción epidérmica que ha limitado la discusión de fondo, el cómo asegurar que la agricultura europea, y los agricultores europeos, es actor esencial de la necesaria transición ecológica.

Es verdad que muchos agricultores ya han iniciado el camino pero la magnitud del reto, el asegurar la supervivencia de la especie humana sobre esta tierra, obliga a salir de nuestras zonas de confort.

 

Más que acciones concretas, las estrategia es un punto de partida o una declaración de intenciones. ¿Cuál sería el siguiente paso?

La propia estrategia contiene un calendario de propuestas que se van a poner encima de la mesa en estos próximos meses y años. Todas y cada una de estas propuestas tienen que ir precedidas de sus consultas públicas y serán acompañadas de su estudio de impacto. Luego, deberán ser aprobadas conjuntamente tanto por el Consejo como por el Parlamento Europeo.

Los objetivos numéricos presentados en la Estrategia pueden cambiar, algunos sin duda lo harán, pero lo que no cambiara es la urgencia de una política alimentaria y territorial coherente y de la necesidad de la transición agroecológica.

 

En la estrategia se establece la reducción del uso de insumos, plaguicidas y pesticidas, emisión de gases, etc. Esto afectará a distintos reglamentos y políticas europeas. ¿Será posible armonizarlas todas? ¿Tenemos capacidad de adaptación?

El cambio climático es una realidad y nos tendremos que adaptar a él. El debate es si esta adaptación es proactiva o es padecida. Por poner solo un ejemplo, la catástrofe vivida en un pequeño ecosistema como el del Mar menor anticipa lo que pasará en otros mares menos menores más pronto que tarde. Es verdad que buena parte del impacto negativo sufrido hoy no es principalmente de la responsabilidad de los actuales agricultores y de sus modos de cultivo que han mejorado considerablemente en estos últimos años, pero los errores del pasado pasan factura a los actores del presente.

Si no queremos que se vuelvan a tener que pagar, pero a mucha mayor escala, facturas como esta debemos actuar hoy con decisión. El Ministerio está avanzando ya en las negociaciones con las comunidades autónomas para elaborar el futuro Plan Estratégico de la PAC. Este es el momento para marcar el camino de estos próximos años.

 

Continua leyendo la entrevista en Mundo del Agrónomo nº 47