Nuestro colegiado José Luis Molina es CEO de Hispatec Agrointeligencia, empresa proveedora de soluciones TIC para el sector agroalimentario y medio ambiente. Cuenta con una dilatada experiencia en el ámbito de la innovación tecnológica en diversos sectores, especialmente en el agroalimentario. En esta entrevista analizamos la innovación en el sector y el papel que jugamos los ingenieros agrónomos en la digitalización del mismo.
¿Cómo definirías la situación actual de la digitalización en el sector agroalimentario en España? ¿Qué avances destacarías y qué áreas consideras que aún necesitan mayor desarrollo?
El sector agroalimentario en España es muy heterogéneo y el grado de madurez de su digitalización también lo es. Se ha avanzado mucho en tecnologías digitales habilitadoras, oferta disponible, sensibilización sobre su importancia, casos de éxito, I+D+i, ayudas públicas o implicación por parte de las administraciones públicas. Los resultados son desiguales en función de los segmentos del sector, donde frutas y hortalizas o porcino intensivo van por delante. También hay grandes variaciones en función del grado de organización y profesionalización de las distintas cadenas de valor. Podemos destacar avances en ámbitos como el uso de sensores, Apps móviles, comunicación con las administraciones públicas o transformación industrial. Mientras, sigue habiendo grandes retos en la orquestación e integración de la cadena y sus distintos actores, control en el uso de insumos, logística, sostenibilidad ambiental, alineamiento de oferta y demanda o pérdida alimentaria.
Como CEO de Hispatec, ¿cuál es el papel de la digitalización en la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en la agricultura?
Para mejorar en eficiencia y en sostenibilidad, hay que medir, obtener datos, analizar, comparar, actuar, corregir. En ese proceso de mejora, la digitalización es casi imprescindible, en especial si estamos hablando de operaciones complejas, con muchas actividades, recursos, ubicaciones, en entornos cambiantes, con diversos intervinientes. Es necesario calcular indicadores numéricos que ayuden a mejorar en eficiencia de los procesos, que midan la evolución temporal, con visión de cadena desde el campo y hasta el mercado. A nivel de sostenibilidad, en muchos casos la mejora va ligada a la mejora de la eficiencia económica, en ámbitos como el consumo de agua, energía, fertilizantes, fitosanitarios, envases, logística o pérdida alimentaria, entre otros.
Hispatec se destaca por facilitar herramientas innovadoras para la digitalización del sector agrícola. ¿Podrías compartir algún ejemplo concreto de cómo estas tecnologías han impactado positivamente en la productividad o rentabilidad de los agricultores?
Son muchos los ejemplos, no sólo de mejora de rentabilidad de explotaciones agrícolas, sino de eficiencia en la cadena del campo al mercado, que es quien paga finalmente a toda la cadena. Hablamos de mejora conjunta en empresas, cooperativas, técnicos de campo y agricultores. En un reciente análisis sobre 100 clientes que habían implantado las soluciones de Hispatec en los últimos años, con visión del campo al mercado, se ha detectado una mejora de ingresos a los tres años de haber implantado del 34 % y una mejora de EBITDA del 74 %, en promedio. Se trata de cifras muy destacadas, especialmente las de EBITDA, que reflejan el fuerte aumento de eficiencia de la cadena de valor. Son mejoras que se obtienen a partir de muchos “pocos”, en la productividad de insumos, mano de obra, energía, agua, instalaciones industriales, logística, reducción de errores, reclamaciones, mejora de coordinación, simplificación o automatización administrativa, alineamiento de oferta/demanda, entre otros aspectos.
Desde tu experiencia en consultoría y en el ámbito de la innovación tecnológica, ¿cuáles consideras que son las principales dificultades que enfrenta el sector agroalimentario al adoptar nuevas tecnologías?
El desconocimiento de la oferta o la falta de vocación innovadora pueden ser frenos importantes. También lo son la gestión del cambio cultural que se requiere en la implantación de nuevas soluciones digitales o la inmadurez de una parte de la oferta tecnológica, donde en ocasiones se producen fracasos por trabajar con empresas inestables, la generación de expectativas excesivas o el desconocimiento del sector y sus retos.
En general, es más fácil identificar algunos caminos de éxito que analizar todas las posibles causas de fracaso. Por ello, y como recomendación, es importante trabajar con empresas tecnológicas especializadas en el sector agro, sólidas, con vocación de largo plazo, que innovan e invierten en soluciones, con capacidad de servicio y soporte.
Como ingeniero agrónomo, ¿cómo crees que la formación en tecnología y digitalización debería adaptarse para preparar a la próxima generación de profesionales del sector agroalimentario?
Pienso que debería integrarse como una parte básica de la formación del ingeniero agrónomo. En los últimos lustros han aparecido internet, los móviles, las Apps, la Inteligencia Artificial (IA) o el Internet de las Cosas (IoT). Simplemente hemos interiorizado esas tecnologías y las utilizamos en casi todo. Porque nos aportan conocimiento, control, ubicuidad, datos en tiempo real, comunicación. Necesitamos ingenieros Agrotech, con buen conocimiento agronómico y formación relevante en desarrollo y aplicación de nuevas soluciones digitales especializadas en el sector. En los próximos años y de la mano de la IA y los datos, vamos a ver grandes avances en la cadena agroalimentaria. Necesitamos trabajar desde ya mismo en formar a la próxima generación de agrónomos, donde algunas universidades y centros tecnológicos llevan ya cierto camino recorrido, y donde hay que acelerar.
Además de tu labor en Hispatec, eres socio director de Tinámica, una empresa especializada en Big Data y analítica avanzada. ¿Cómo pueden estas tecnologías transformar la agricultura en términos de toma de decisiones y gestión de datos agrícolas?
En general. la IA, el Big Data y la analítica avanzada, ya están empezando a transformar el sector agroalimentario. Lo que vamos a ver en los próximos años va a ser un aumento en los volúmenes, diversidad y calidad de los datos capturados, que, por medio del uso de estas tecnologías, van a mejorar los procesos de análisis y decisión, automatizando algunos de ellos, ganando así en eficiencia y calidad de los procesos.
¿Cuál es el rol específico que juegan los ingenieros agrónomos en la implementación y optimización de soluciones tecnológicas en la industria agroalimentaria?
Los ingenieros agrónomos tienen que lograr producir, transformar y comercializar alimentos que sean buenos, bonitos y asequibles. Son quienes mejor conocen la cadena de valor agroalimentaria, sus procesos de negocio, las variables del rendimiento de la producción primaria, las claves de la eficiencia y la calidad en la transformación agroindustrial. Además, y esto es importante, los ingenieros agrónomos se sienten atraídos y vinculados al sector con un propósito, el de alimentar el mundo de una forma sostenible, lo cual puede no ser el caso de otros profesionales más ligados a ciertas tecnologías horizontales y algo alejadas de ese objetivo final.
Para jugar un papel importante en el desarrollo, implementación y optimización de las soluciones digitales de la industria agroalimentaria, es fundamental que los ingenieros agrónomos se formen en tecnologías digitales horizontales y exploren todas sus posibilidades de aplicación al sector.
