Desde octubre de 2010, solo los proyectos de ejecución en edificación y los certificados de final de obra se encuentran sujetos a visado obligatorio, conforme al marco normativo establecido por el Real Decreto 1000/2010. Esta normativa, que marca un hito en la regulación de los visados colegiales, detalla los trabajos profesionales que deben someterse a visado obligatorio, priorizando aquellos que impactan directamente en la seguridad y en la integridad física de las personas (Art. 1).
La normativa también especifica qué otros proyectos requieren visado obligatorio. Entre estos se encuentran los proyectos de demolición que no utilizan explosivos, los proyectos especiales de voladura, y aquellos que regulan la instalación, modificación, o traslado de fábricas y depósitos relacionados con materiales explosivos. Esto incluye el establecimiento de talleres de pirotecnia y cartuchería, así como depósitos no integrados en estos talleres (Art. 2).
En lo que respecta al resto de trabajos de ingeniería, la normativa deja el visado como un servicio voluntario, permitiendo que sea el cliente quien decida su necesidad. Además, están exentos de visado aquellos proyectos que cuenten con el informe de una oficina de supervisión de proyectos o un órgano equivalente de la administración pública correspondiente, así como aquellos que forman parte de un contrato con la Administración General del Estado.
El real decreto reducía considerablemente las categorías de proyectos para los que el visado colegial es obligatorio con la argumentación de eliminar carga burocrática para los clientes.
Desde el primer momento, el Colegio rechazó esta normativa porque no tenía en cuenta el papel del visado colegial como mecanismo de control. Un sistema de control a través del cual se identifica al autor de un proyecto como profesional competente, que posee un seguro de responsabilidad civil y que el trabajo que ha realizado cumple con la normativa aplicable en cada caso.
Y este es el motivo principal por el que desde el Colegio recomendamos el visado de los trabajos, aunque la normativa no lo establezca.
6 ventajas de visar los proyectos de ingeniería
Consideramos que las principales ventajas de visar los proyectos de ingeniería son:
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Garantía de calidad y seguridad
El visado en un colegio profesional como el nuestro certifica que el proyecto cumple con todas las normativas técnicas y de seguridad vigentes. Esto protege tanto a los profesionales implicados como a los usuarios finales, asegurando que el proyecto ha pasado un control riguroso.
De hecho, es tal la importancia que desde algunos ámbitos se le da al visado, que lo exigen incluso cuando no es obligatorio según la normativa general. Este es el caso, por ejemplo, en muchas comunidades de regantes.
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Aval de competencia profesional
Un visado colegial es una validación de que el proyecto ha sido desarrollado por un profesional cualificado y con la experiencia necesaria, un/a ingeniero/a agrónomo/a en nuestro caso, que para poder acceder al Colegio ha tenido que demostrar que efectivamente lo es, que posee el título de Ingeniero/a Agrónomo/a o Máster en Ingeniería Agronómica. Esto aporta confianza y respaldo ante clientes y organismos reguladores, que valoran el cumplimiento de altos estándares profesionales.
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Reducción de riesgos y responsabilidades legales
Visar un proyecto proporciona una capa adicional de seguridad jurídica al profesional y al cliente, ya que el colegio profesional verifica que el trabajo cumple con las exigencias normativas. Esto puede reducir riesgos en casos de responsabilidad legal o conflictos posteriores.
Por ello, uno de los trámites más frecuentes que realizamos es la emisión de certificados de colegiación a solicitud de nuestros colegiados, ya que son solicitados tanto por sus clientes como por las empresas en las que desarrollan su labor profesional.
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Soporte y asesoramiento técnico
Los colegios profesionales ofrecemos servicios de asesoramiento y orientación a nuestros colegiados, asegurando que cualquier proyecto visado recibe apoyo en términos de cumplimiento normativo y actualización técnica, lo cual se traduce en un valor añadido para el cliente.
En nuestro caso, los colegiados cuentan en todo momento con el apoyo del personal del Colegio, especialmente del departamento de Visados, personas que cuentan con una amplia experiencia y están altamente comprometidos con la excelencia del servicio.
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Reconocimiento y prestigio profesional
Contar con un visado colegial refuerza la imagen de profesionalismo del ingeniero y aumenta la confianza de los clientes en el trabajo realizado. Esto también puede abrir puertas a nuevos proyectos y clientes, consolidando la reputación del profesional en el mercado.
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Cumplimiento normativo y acceso a subvenciones
En algunos casos, el visado es un requisito para obtener permisos, licencias y subvenciones. Facilita que el proyecto sea aceptado por autoridades y organismos públicos, agilizando los trámites administrativos y evitando retrasos debidos a faltas de conformidad o requisitos no cumplidos.
En conjunto, visar un proyecto en un colegio profesional como el nuestro es una práctica que aporta valor en términos de calidad, seguridad, y respaldo tanto técnico como legal.
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